Esta hoja fue salteada accidentalmente por el transeúnte, de haber sido sorprendido repentinamente por la historia siguiente.
Decidió dejarla así para evitar ser desprolijo, o generar confusiones en su cuaderno. Nunca supo la razón porqué, pero le agradaba que esa hoja se mantuviera en blanco.
Un buen día Su psicóloga intentó interpretar su cuaderno, para poder dar el diagnóstico apropiado.
La analista buscó la hoja en blanco de su vida, que, sorpresivamente resultó ser la época de su niñez.
Esa hoja en blanco representaba el vacío que el transeúnte sentía desde aquel seis de enero, cuando los reyes magos -su madrina Isadora- le dejaron a su hermano un atari con dos jostics y a él simplemente una bolsa con soldaditos, palmeras y trincheritas,
(esos verdes y de plástico duro). Isadora alegó, de mala gana, que el transeúnte dejó menos agua y pasto para los reyes...
Luego de un monólogo de 30 minutos, y de un voluptuoso ovillo de vacuas conjeturas, la psicóloga, sólo consiguió que el transeúnte baje la mirada la vuelva a levantar con desgano, mire el reloj de pared, se rasque la nuca y se retire sin saludar.
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