jueves, 25 de noviembre de 2010

Argumento Pobre


Hoja que Alucinio arrancó sigilosamente de una revista ajena, declarando tiempo después a sus amigos su empatía por la historia que se encuentra en ella, y también su afinidad por la cultura china.

En China, a fines del siglo pasado, pasaron muchos años en que las personas quedaban paralizadas y totalmente enmudecidas a la hora de argumentar y describir acontecimientos, sucesos, o explicar y defenderse de juicios e injurias que llegasen a perjudicarlos…

Los científicos sostuvieron por mucho tiempo, que se trató de una bacteria, la cual atacaba las cosechas de arroz, y en especial el tomate.

El primer caso en detectarse, fue en un consorcio, cuando un chinito empujó malvadamente a una anciana, haciéndola rodar por las escaleras caracol tres pisos aproximadamente, (ocasionándole una muerte instantánea); en ese momento, el portero y dos chinos que rondaban el edificio, corrieron a levantarla, e interrogaron y torturaron al chinito doblando sus deditos, y jalándole su cabello; el niño, sin argumentar ni una sola palabra ( aparentemente infectado por dicha bacteria ) y a punto de ser gravemente condenado, sale airoso de la situación cuando uno de los muchachos que lo rodeaba se distrajo mirando hacia uno de los departamentos vecino del consorcio, que tenía la puerta entre abierta, y en el interior, la pantalla de un televisor dejaba ver una extravagante publicidad de pilas para reloj. Ese prácticamente energúmeno que no tenía televisor, pegó un salto olvidándose por completo del chinito y de la pobre vieja, e instantáneamente se le ocurrió una fórmula para inventar pilas con ultra-durabilidad, que en algún rincón de la historia seguro habría sido un genialidad como invención. (La misma secuencia habría ocurrido en Argentina alguna vez, pero a diferencia de pilas, hubiese sido seguramente por mirarle la cola a una adolescente).

Al terminar el efímero desmán, el chinito bajó las escaleras silbando, dejando pórfidos a las demás personas, y se dirigió al mercado de la esquina a comer un suculento plato de arroz con mariscos.

Así se fue manifestando y transmitiendo este virus en diversos casos, hasta inclusive y para desdicha del pueblito oriental, fue infectado el presidente en ese entonces, tras darse una panzada con tomaticán en un lujoso hotel de “Wuhan” después de ordenar comida criolla.

Pero finalmente en la actualidad, la bacteria de manera extraña desapareció.

Un jueves, pasadas las diecinueve horas, cuando el niño llegaba de la escuela, tomó una frugal merienda, y al bajar al sótano de su casa fue asustado estúpidamente por “quickly”, su gato tuerto.

El chinito corrió atormentado, y dando potentes gritos se metió bajo la cama, (justo donde dormía este felino), se quedo ahí incubando el susto que este animal le contagió, y durmió más de nueve meses bajo su cama sin temor alguno, dando a luz casi al décimo a un “sustito”, con dos patitas, una cola y los pelitos crespos, todos electrizados (genéticamente por el susto).

Así fue como después de ese acontecimiento, y aparentemente gracias a este preciado engendro, la bacteria desapareció de china por completo.

La prensa inmediatamente acudió al sabio chinito para que revele y de a conocer su formula…

El chinito ya más relajado, bajó las escaleras de su casa acompañado de su flamante mascota “sustito”…

No hubo respuesta alguna para los medios, al parecer (después de largos segundos de silencio) nuevamente, los dos se habrían quedado sin argumentos.


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